Fiordo de Crapolla

Un luogo suggestivo e affascinante: natura, mare e un passato ricco di storia.

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El Fiordo de Crapolla está entre las ensenadas más sugerentes de la costa de Massa Lubrense: además de ser de gran interés natural, conserva vestigios visibles de un pasado rico en historia.

Desde la plaza de Torca hay que dirigirse hacia via Nula y después via Casalvecchio, donde comienza el sendero. Siguiendo el trayecto de un antiguo camino de herradura, se pasa entre el verde del bosque mediterráneo y se bordea el arroyo Iarito hasta el mirador natural La Guardia. El panorama es encantador: de frente, el archipiélago Li Galli, los islotes Isca y Vetara; a la izquierda, la costa de Praiano y, en los días particularmente despejados, todo el golfo de Salerno; a la derecha, la inconfundible silueta de Punta Penna.

Desde este punto, casi 700 escalones de piedra conducen al fiordo. Antes de llegar al fondo de la ensenada, se puede visitar la Capilla de San Pietro, construida con las mismas piedras que un tiempo pertenecieron a la abadía de San Pietro: aún se pueden observar algunas columnas y basas de mármol pertenecientes al antiguo edificio. Cuenta la leyenda que la abadía fue edificada sobre las ruinas de un templo romano, construido a su vez sobre las ruinas de un templo dedicado a Apolo: de aquí proviene el topónimo Crapolla.

El espacio que se encuentra delante de la capilla brinda un privilegiado mirador hacia la isla de Isca y la torre de Crapolla, que forma parte del sistema de defensa presente en todo el territorio de Massa Lubrense.

Retomando el sendero se llega finalmente al fiordo: en la parte occidental de la ensenada son visibles las ruinas de una villa romana, con muros de opus reticulatum. La antigua aldea conserva las ruinas de algunas cisternas romanas y de construcciones excavadas en la roca: son los monazeni, todavía usados hoy en día por los pescadores para proteger sus barcas y sus aparejos de pesca.

La playa es toda de guijarros y, salvo las horas en las que el sol está más alto, se mantiene en la sombra durante buena parte del día. Dada la ausencia casi total de zonas de sombra a lo largo del sendero, se aconseja de elegir un horario en el que el sol sea menos fuerte para volver a subir de nuevo.


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