Marina della Lobra

Un pueblo costero con un encanto atemporal.

Envuelto en un entrante natural de la costa, el antiguo pueblo costero de Marina della Lobra está dominado por la Iglesia de la Madonna della Lobra, a la que debe su nombre.

El conjunto habitado, una aglomeración de casas multicolores, aún hoy poblada mayoritariamente por pescadores, se desarrolla en torno a las escaleras que bajan de la iglesia al mar. Ofrece al visitante un espectáculo sin duda pintoresco, en su totalidad de sonidos, colores y olores con un encanto típicamente mediterráneo

Marina della Lobra está a unos 2 kilómetros de Massa Centro y se puede llegar a pie o en coche tomando vía Palma desde Largo Vescovado; a pie se tarda unos 15 minutos bajando por calle Colombo. Un camino peatonal conecta el pueblo con la Riviera de San Montano.

En verano, numerosos barcos y excursiones organizadas parten de aquí para explorar las bellezas de la costa lubrense, Capri y la costa de Amalfi.

Aunque no tenga una playa real, es posible bañarse desde el acantilado o disfrutar del solárium en via Chiaia. Para esto, durante la temporada alta, es la mejor opción para los que buscan lugares menos concurridos. No faltan los preciosos restaurantes y bares con vistas al mar, en una posición privilegiada para disfrutar del espectáculo de la puesta de sol.

El pequeño puerto de Lobra está protegido al oeste por un acantilado que se apoya sobre la pared rocosa de Capo Corbo, dominada por la Torre Toledo. Esta forma parte del sistema de atalayas sarracenas dispuestas a lo largo de la costa en época aragonesa. Esta torre en realidad era preexistente, se remonta a la época angevina para ser exactos y posteriormente fue adaptada por los aragoneses con fines defensivos.

El Vervece

Justo en frente del pueblo de Marina della Lobra, a menos de una milla de la costa, surge de las aguas la característica roca de Vervece (del latín vervex, cabra), un auténtico santuario marino. Cada año, de hecho, el primer o segundo domingo de septiembre, tiene lugar una celebración al pie del Vervece en memoria de todos aquellos que han perdido la vida en el mar. Al final de la celebración, los buzos ofrecen una corona de laurel a la estatua de la Virgen, conocida como “Madonnina” del Vervece.

Esta estatua fue colocada en una pared rocosa, a 12 metros de profundidad, en 1975 para celebrar a Enzo Maiorca. Un apneísta que el año anterior había logrado el récord mundial de profundidad en apnea justo en el tramo de agua alrededor del Vervece. Pero Mallorca no es el único que ha alcanzado un hito importante en estas aguas. El Área Marina Protegida de Punta Campanella, fundada en 1997, puede presumir de excelentes resultados. Gracias a las labores de protección del Parque, las paredes de la roca están repletas de especies marinas, un raro espectáculo de biodiversidad.