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Los dulces típicos de Capri

La isla de Capri, conocida por la maravillosa costa, los faraglioni y múltiples atracciones como la Grotta Azzurra, se caracteriza como tierra de la torta caprese. Hay una historia que cuenta que este dulce nació del error de un pastelero que olvidó poner la harina en la masa: el resultado fue tan sorprendente que se continuó preparándola solo con almendras, azúcar, mantequilla y huevos, sin harina y sin levadura. Por lo tanto, es un dulce suave y fragante perfecto para celíacos e intolerantes a la lactosa.

Hay varias versiones: clásico de chocolate amargo, limón, almendras y limoncello o pistacho y chocolate blanco, además de muchas otras. Se puede disfrutar a temperatura ambiente o tibia y se puede acompañar con crema batida, helado o fruta de temporada.

Además de la caprese, el helado es otro símbolo de la isla.

El helado, uno de los dulces típicos de la pastelería de Capri

Los helados

En varios bares o pastelerías se pueden encontrar excelentes, elaborados con ingredientes frescos y de primera calidad, de los cuales también la oblea crujiente es artesanal y a menudo se sirve caliente en forma de cono o de copa.

También se puede disfrutar en la versión “tulipán”, es decir, enriquecido con crema batida y una ganache de chocolate derretido. Además, también se pueden encontrar copas o ahogados para personalizar con avellanas, confeti de colores o cremas, saboreando justo en las mesas de los lugares que han hecho la historia del lugar.

Las galletas y la pastelería seca

Otros dulces nacidos a la sombra de los faraglioni son los caprilù. Se trata de perfumadas y suaves galletas de pasta de almendras y limón que se preparan con solo claras de huevo y son sin gluten. La receta original es secreta, pero todos saben que estas galletas se hacen combinando las almendras con dos maravillosos productos típicos, los limones locales y el licor de limón, que caracterizan a este icono de la bondad.

No hay que olvidar, además, los ricci capresi, a base de piñones y chocolate en la doble versión “negra” y “blanca”, el cannolo al pistacho, la pastelería seca y la galletería de té, el brioche “con el tuppo” con la nata, las grapas y los kranz, con sultanina y chocolate.

Las graffas, una deliciosa masa fermentada típica de la cocina napolitana

Es evidente la enorme riqueza de sabores y aromas que ofrece la pastelería partenopea en su versión isleña, que le invitamos a degustar eligiendo lo que más le atraiga en los lugares que han contribuido a escribir la historia gastronómica caprese.