El encanto de Torca y sus tesoros ocultos
Torca es una fracción del municipio de Massa Lubrense y está ubicada en el lado sur de la península de Sorrento.
El puerto deportivo de Torca, Crapolla, probablemente albergó en la antigüedad un templo griego dedicado a Apolo. El origen etimológico del nombre “Torca” podría derivar, por tanto, de la calle “Theorica“, frecuentada por largas procesiones denominadas “Theoriae” dirigidas hacia el citado templo.
Según la tradición, se cree que San Pietro desembarcó en Crapolla durante su viaje a Roma. Posteriormente, se construyó la Abadía de San Pietro en el presunto emplazamiento del templo de Apolo, un monasterio afiliado a la orden de los frailes benedictinos negros. La estructura original de la abadía incluía tres naves con columnas de mármol y granito, frescos que narraban las Historias de las Sagradas Escrituras y suelos decorados con mosaicos.
En el lugar de sus restos se encuentra actualmente la Capilla de San Pietro. Se puede llegar por el camino que va desde la pequeña plaza de Torca hasta el fiordo. Fabricada con las mismas piedras utilizadas para construir la abadía original, la capilla representa un vínculo tangible con el pasado.
Los caminos que pasan por Torca
En Torca finaliza la carretera rodante, dejando paso a una red de caminos que serpentean por paisajes impresionantes por su belleza natural y salvaje.
La playa de Torca
El fiordo de Crapolla se encuentra entre las calas naturales más evocadoras de la península de Sorrento. Accesible exclusivamente a pie por un sendero bien señalizado, el camino desde Torca se caracteriza por un notable desnivel de unos 350 metros y una larga escalera de unos 700 escalones. La experiencia se vuelve inmersiva al adentrarse en entornos caracterizados por una naturaleza aún incontaminada, enriquecidos por un importante patrimonio arqueológico y panoramas que permanecen imborrables en la memoria.
El Sendero de las Sirenuse pasa por Torca
Inmerso entre el cielo y el mar, el Sendero de las Sirenuse está vinculado al mito griego de las sirenas. Su nombre es un homenaje a los tres islotes que ahora se conocen como Li Galli. Desde allí, según la leyenda, las sirenas intentaron encantar a Ulises con su seductor canto. Con una extensión de aproximadamente 9 km, el sendero pasa por el pintoresco pueblo de Torca. La sugestiva atmósfera se enriquece con la exuberante vegetación y las impresionantes vistas que se abren sobre el mar de la costa de Amalfi, los islotes de Li Galli, las pilas de Capri y la roca de Vetara, haciendo que toda la experiencia sea inolvidable.
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