Localidad: San Francesco
El Convento de San Francesco está adyacente a la Iglesia de Nuestra Señora de la Salud e incorpora la histórica torre de Liparulo. Una torre que ha sido adaptada para funcionar como campanario. El convento es famoso por su encantador claustro, un lugar de quietud y reflexión que invita a la contemplación. En el piso superior, las habitaciones de los monjes se distribuyen a lo largo de un amplio pasillo que sigue la forma del claustro cuadrado, creando una atmósfera de armonía y serenidad.
Los Padres Mínimos fueron expulsados del convento en septiembre de 1837. En ese periodo, el edificio asumió un nuevo rol: fue utilizado como hospital durante la epidemia de cólera que afectó la región. Posteriormente, el convento fue transformado en prisión distrital y tribunal distrital, ambos abolidos en 1891. Tras estos eventos, el convento albergó la Congregación de la Caridad y un hospicio para los pobres, sirviendo así a la comunidad de diversas maneras.
En 1929, los Padres Mínimos regresaron al convento de San Francesco, donde hoy continúan su misión de apostolado en la zona, contribuyendo activamente a la vida espiritual y social de la comunidad local.
En un momento significativo de la historia religiosa de Massa Lubrense, Mons. Gallo, obispo de la diócesis, proclamó a San Francesco de Paolo patrono de Massa Lubrense a solicitud de los ciudadanos. Para honrar a este importante santo, la Administración Civil ofrece cada año, con ocasión de la fiesta de San Francesco, una vela como señal de devoción y respeto, manteniendo viva la tradición y el vínculo espiritual con el santo.